Escoge la madera adecuada. Usar preferentemente maderas duras como la del roble, haya o fresno, producen llamas grandes y bonitas y muchas brasas que permanecen incandescentes durante mucho tiempo. Asegúrate de tener suficiente aire fresco.

La leña debe estar seca para que prenda bien y no genere humo en exceso. Además, reúne leña fina, ramas pequeñas, palitos o astillas para comenzar el fuego. Ten a mano pastillas de encendido. Antes de comenzar a encender el fuego, abre bien el tiro. Y mantenlo en esta posición durante unos 20 minutos. Si tu chimenea los tiene, abre también los respiraderos. El objetivo es que el fuego cuente con el aporte necesario de oxígeno.

Depende del tamaño de las piezas. Puedes hacerte con un saco de astillas seleccionadas justamente para iniciar el fuego: vienen cortadas en piezas de unos 10 cm para que prendan más fácilmente.

• Haz un lecho en el centro de la chimenea. También puedes añadir piñas secas, pero con precaución: contienen mucha resina y pueden provocar llamas grandes.
• Hay varias formas de organizar la leña. La clave está en que haya aire suficiente entre los troncos para no “ahogar” el fuego. Uno de los métodos máshabituales es la pirámide.
• Encima de la leña fina o de las ramas y astillas pequeñas, coloca leños más gruesos en forma de pirámide. Es decir, uniéndose en el centro y dejando un hueco debajo. En este punto conviene contar con leña de madera dura, como encina, roble, olmo, haya esta madera en general arde más lentamente.
• Enciende la pastilla con un mechero o cerilla y deposítala encima de las ramitas o astillas pequeñas, debajo de los leños.

Ajusta la cantidad de madera, limpia regularmente, manten bien limpia la chimenea a través de la deshollinación a través del método aspiración, debiéndose realizar por profesionales cualificados.

Las estufas y chimeneas de leña Cerradas ofrecen un rendimiento bueno, entre el 60% y 80% mientras que las estufas abiertas presentan un rendimiento del 15%. Aparentemente parece lo contrario, pero las segundas pierden calor. La combustión que ofrece las chimeneas de fuego cerrado es óptima, eficaz y limpia.

Los cristales son de pirocerámica para poder resistir a temperaturas muy elevadas. La frecuencia de la limpieza de los cristales depende de varios elementos. Según como se utilice el hogar, se ensuciarán los cristales, dependiendo de si se utiliza la chimenea con el mando de aire de la combustión y/o con la llave de tiro demasiada cerrada. Según las condiciones atmosféricas y la configuración de su chimenea, hay que aprender a buscar los mejores ajustes.

La calidad de la leña y su tasa de humedad son factores muy importantes .Además está desaconsejada el uso de madera de coníferas ( pinos , abetos , alerces…) porque los vapores y humos de resina de estas maderas se pegan muy pronto a los cristales y paredes de los hogares y de los conductos . Una madera cuya tasa de humedad es superior al 20% desprenderá más humos . Al ser más pesado y estar cargado, este humo se depositará más pronto en los cristales.

Un conducto que no ha ido deshollinado también es un factor agravante .

Todos los hogares encastrados deben ser instalados exclusivamente por profesionales. Requiere una estructura incombustible, aislada desde dentro (con lana de roca )

Todas estas estructuras deben estar correctamente ventiladas y tienen que tener rejas de ventilación obligatoriamente que se colocarán en los lados o en la parte trasera.